martes, 29 de junio de 2010

DesAdmitiendo


No admitir el destino, que a su cauce se aferra , alargar lo máximo posible lo inminente e intentar no caer al vacío en la primera de cambio, me han enseñado los libros solo por sus portadas que la verdad esta dentro, un significado con su significante, una metáfora sin sentido, un párrafo mal escrito, no logro encajar el puzzle, me faltan piezas, las he perdido, llego a distinguir verdad con inseguridad, y a esa inseguridad la enfrento con mis sentimientos y no los puedo separar, se enganchan, y el arbitro de vacaciones se pasea por el rin sin dirigir sin distinguir maldad con piedad, odio con amor, esclavitud con libertad, hasta el juez se ríe a carcajadas del espectáculo, varios asientos vacíos, pero esos se fueron, una puerta casi abierta, entornada, ya sea por el viento o por el maleducado madrileño que se fue con lo cual entró, bueno que me lío, tantas luces como farolas en Sunset Bulevar, de las cuáles la mitad eran robadas del pueblo de al lado pero borrado el sello del ayuntamiento, por lo que tres parejas de uniformados esperaban en la puerta a que terminara el evento, yo no fui pero no por no haber sido estoy tranquilo, espectadores; la escuadra de bomberos que esperaban fuera pero se metieron para cubrir hueco, cruz roja, se equivocaron de evento, pero una vez dentro…., la federación de fútbol local, por un error del rotulista que puso Ron al ser Rin, en fin, un cuadro para enmarcar en una habitación que no tenga mucha vida, pero en el rincón al fondo, donde no llega la luz sentado en una silla de playa, un psicólogo el cual exactamente no entiendo que hace aquí; el encuentro continua, chispas destellos, lagrimas involuntarias, sonrisas piadosas, gritos a escondidas, susurros en el aforo, hasta silencios a golpe de pausas muertas por la intranquilidad, a excepción de algunos. Cuantos son los que se dan cita al parecer pero solo llegan unos, mientras en la hoguera junto al huerto se quedan los mas animados, los que descansan del mundanal ruido que acecha a cada instante en la ciudad, cuantas promesas sin cuajar, cuanta irregularidad en la zona afectada, creo.. y no por creer soy mas listo, que hemos nacido para vivir todo lo que estamos viviendo!!... Admitir el destino y dejar que llegue tranquilo a su cauce, relajar lo inminente y abrir mas libros es lo mas elocuente, para mostrar un respeto a la gramática y a los presentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario