Hoy brasas apagadas, cenizas que se llevara viento hasta agotarse en calma, aliento de pobres, a quienes temen por perderse en la soledad de una cama mojada, insensato si pudiera, abstenerse de la rutina para olvidar la magia, la chispa, el color vivo que un día se reflejaba en la cara, mecenas del tiempo que un día trajo la gloria y hoy día te invita al olvido, tan esperado que impaciente te mece, suave, para que concentres la vista al presente, para que plagies al rico en lexema caliente, que se refresque el aura, se limpie el alma, que vengan los entes y te acepten, te inviten a la sabia doctrina de una mente libre, sana y eficiente, "quemarme quiero, sentir que algo por alguien arde".
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